Por primera vez desde la creación hace cuatro años de la red global Uniservitate se encontraron de forma presencial las universidades que integran el nodo para Europa Central y del Este y Medio Oriente. Y, también por primera vez, intercambiaron experiencias y soñaron acciones en conjunto quienes vienen desarrollando propuestas de aprendizaje-servicio en Palestina desde hace décadas. Ambos debut se dieron con motivo de la realización, el 25 y 26 de mayo pasado en Belén, de la conferencia internacional convocada en torno al tema: “Situación actual y perspectivas futuras del aprendizaje servicio”.
Organizado por la única universidad cristiana en Tierra Santa, la Universidad de Belén, el evento fue considerado inédito en su tipo en esa región. Es que, si bien esa universidad tiene tantos años de existencia como de experiencia en aprendizaje servicio –medio siglo— no hay registro de dos jornadas enteras de sesiones y talleres como las que se vivieron.
La apertura y el cierre estuvieron a cargo del anfitrión y rector, el hermano Peter Bray quien, entre otros conceptos, explicó que ellos no buscan convertir al 99 % de la población palestina no católica sino que intentan hacer “algo mucho más importante: buscar que tengan vida en abundancia”.
Fue ese mismo rector quien, después de escuchar la exposición de la coordinadora de educación superior de Uniservitate, María Rosa Tapia, la gratificó con alentadoras expresiones. Parafraseando a Margaret Wheatley, la intelectual que es fuente de inspiración de sus propuestas de vínculos entre la universidad y las organizaciones comunitarias, Bray dijo que Uniservitate genera “islas de sanidad” y “faros de esperanza” y que sus protagonistas son verdaderos “guerreros del espíritu humano” que buscan brindar una educación superior de calidad.
“Fue un orgullo recibir semejantes comentarios porque es lo que buscamos con estos encuentros”, afirmó luego María Rosa Tapia. Y agregó: “No sólo proponemos reflexionar y escuchar experiencias desde lo teórico o conceptual sino también generar una comunidad que demuestre que es posible vincularnos de otro modo al interior de las universidades, entre las universidades y entre ellas y la comunidad, para ofrecer una educación integral y un entorno en el que nos sintamos libres, en paz y con esperanza”.
Además de los representantes de las universidades del nodo para Europa Central y del Este y Medio Oriente (Bethlehem University, Katholische Universitat Eichstatt-Ingolstadt, The John Paul II Catholic University of Lublin y Ukrainian Catholic University) participó un grupo de funcionarios del ministerio de Educación Superior e Investigación, dependencia estatal que auspiciaba el evento.
El titular de ese ministerio, Mahmoud Abu Mowais, participó vía zoom. Anunció que ese ministerio está promoviendo el aprendizaje-servicio y destacó algunas propuestas como la acreditación curricular del aprendizaje-servicio, la producción de un manual sobre esta temática, la integración de los medios de comunicación en el proceso y, entre otras, la medición de sus impactos en el desempleo.
Para María Rosa Tapia la participación del ministro puso en evidencia el profundo conocimiento sobre la temática, que también registraron en los demás asistentes, y un fructífero vínculo de la Universidad de Belén con toda la comunidad. De hecho, a diferencia de otros entornos, las exposiciones durante la Conferencia se dirigieron a fortalecer y replicar iniciativas ya existentes de aprendizaje-servicio a nivel masivo más que a darlas a conocer.
Asimismo, Tapia destacó la presencia en el evento de los socios comunitarios con los que la Universidad de Belén lleva adelante proyectos de aprendizaje-servicio, dada la importancia de la investigación conjunta, el conocimiento de las necesidades reales y el diálogo constante sobre las posibles respuestas a desarrollar.
Medio siglo de experiencia
La Universidad de Belén fue fundada en 1973 por los hermanos lasallanos y desde entonces incluye en su currícula el compromiso comunitario, prácticas en terreno en las que sus estudiantes deben completar 250 horas. Los proyectos de las distintas facultades son coordinados por una oficina desde la que también se intenta favorecer la obtención de recursos para las organizaciones comunitarias con las que se trabaja y la difusión de sus actividades.
Algunos proyectos se desarrollan en el histórico Al-Dheish refugee Camp que la delegación de Uniservitate recorrió, dos días antes de la Conferencia, con la guía de una docente del departamento de Ciencias Sociales, Nabila Daqqaq quien también presentó tales experiencias en el evento. En ese campo de refugiados se trabaja en torno a lo artístico, lo académico y lo deportivo.
Como resultado de uno de los proyectos de los estudiantes las mujeres residentes en el “campo” tienen hoy un gimnasio y lugar de encuentro cuyo techo está decorado con los nombres de las localidades y regiones de las que ellas debieron huir para refugiarse provisoriamente en Al-Dheish. A partir de detectar la necesidad de las mujeres de hacer actividades físicas los estudiantes de Trabajo Social facilitaron la apertura de ese espacio y su equipamiento.
Allí también se ofrece una guardería y jardín para 150 niños que cuenta con un “patio” de juegos y esparcimiento en un subsuelo dado que, al no tener espacios al aire libre, se ambientó un salón subterráneo. Además, se capacita en costura y bordado especialmente a mujeres viudas o cuyos esposos están en prisión, de manera que puedan tener sus propios emprendimientos.
Iniciativas de aprendizaje-servicio de la Universidad de Belén en otros ámbitos de esa ciudad son, por ejemplo, las promovidas por el departamento de Idiomas (como práctica del inglés se diseñan campañas de difusión de actividades de organizaciones comunitarias) o las carreras de Enfermería y de Terapia ocupacional. Los estudiantes de Enfermería, entre otras iniciativas, inventaron una silla que permite múltiples posiciones a personas con discapacidades físicas con un nivel tecnológico que sorprendió incluso a los funcionarios de Educación presentes en la Conferencia. Desde el área de terapia ocupacional se pide a los alumnos que están finalizando sus estudios que diseñen un servicio de esa especialidad para organizaciones sociales que no lo tienen y según la idiosincrasia y realidad de tales instituciones.
La delegación de Uniservitate también pudo conocer, antes del evento, una comunidad beduina en la que la Universidad de Belén ofrece apoyo a través de iniciativas de aprendizaje-servicio. Se trata de Al Rashaideh Bedouin Community, una población rural ubicada a casi una hora de viaje desde la ciudad de Belén. La visita de la delegación de Uniservitate se enmarcó en un proyecto que promueve el turismo en esa zona e incluye conocer el Mar Muerto y compartir en una carpa beduina un almuerzo tradicional que, al estilo del curanto patagónico, se cocina en un hueco cavado en la tierra. El proyecto turístico es promovido por la materia Sociología para el desarrollo y busca ofrecer una alternativa de crecimiento en un contexto complejo. Otras iniciativas de los estudiantes están vinculadas a la instalación de tanques de agua en las viviendas o el servicio de apoyo escolar a los niños que concurren a una escuela distante doce kilómetros de la aldea. ”En realidad no son proyectos míos sino de los estudiantes”, dijo el profesor Bilal Salameh, del departamento de Ciencias Sociales, al destacar el protagonismo de los alumnos.
En la Universidad de Belén también cuentan con una herramienta innovadora: una plataforma digital con información de cada organización en la que los estudiantes pueden hacer el trabajo en terreno exigido por la currícula de sus carreras. Los alumnos se inscriben en esa plataforma que también permite el seguimiento y evaluación de la participación de cada uno de ellos. Los docentes de la Universidad de Belén destacaron que la libertad que se da a los estudiantes para optar dónde involucrarse redunda en un mayor compromiso con la organización elegida una vez concluidos los estudios académicos.
Aprender y servir durante la guerra
Particularmente emotivas fueron las presentaciones de tres docentes ucranianas sobre respuestas que se fueron dando desde la Universidad Católica Ucraniana ubicada en la localidad de Lviv, a partir del conflicto bélico que aún continúa. Esas dramáticas circunstancias pusieron en juego la capacidad de identificar problemáticas y generar respuestas humanitarias a partir de la formación académica. Así, desde el Departamento de Legales se trabajó en relevar evidencias de crímenes de guerra y, desde el área de Negocios, se diseñó un amplio programa de acompañamiento de 140 emprendedores a los que se ayuda a encontrar posibilidades comerciales para sus productos, fortalecer la resiliencia y encontrar nuevas estrategias y alianzas internacionales. A nivel institucional la Universidad integró el aprendizaje- servicio a la propuesta educativa en pos del desarrollo y reconstrucción de Ucrania.
Una mirada regional
Un día antes de la Conferencia Internacional los equipos de las cuatro universidades que integran el Nodo para Europa Central y del Este y Medio Oriente compartieron el grado de avance del proceso de institucionalización del aprendizaje servicio en cada uno de sus establecimientos educativos. Christiane Hoth de Olano, referente de ese nodo, presentó los resultados del monitoreo y evaluación realizado el año pasado y se constató, con alegría y sorpresa, que tales registros no “hacen justicia” a la situación actual. Candelaria Ferrara, coordinadora de los nodos regionales de Universitate, destacó que “en los últimos meses se dieron nuevos pasos que modificaron favorablemente el escenario”.
Se coincidió también en algunas necesidades como la de promover una mirada regional integrada más allá del trabajo de cada institución. En ese sentido se propuso, entre otras cosas, la celebración a nivel global del día del estudiante solidario; continuar con la difusión de historias que dan visibilidad a lo que se va haciendo; compartir manuales y otros recursos para mejorar las prácticas y favorecer que tanto docentes como estudiantes puedan conocer las experiencias de aprendizaje-servicio de universidades de otros países.
La delegación de Uniservitate tuvo la oportunidad de visitar los lugares emblemáticos de las tres religiones que conviven en esos territorios y de compartir momentos de oración en seis diferentes lenguas. Incluso, a pocas horas de regresar a sus hogares, participaron del rezo del Rosario muy cerca del muro que delimita espacios, un gesto que un grupo de cristianos repite semanalmente como modo de acompañar los procesos de paz en Tierra Santa.