El VI Simposio Global Uniservitate mostró un camino posible: de la fragilidad a la paz y la esperanza

El 6 y 7 de noviembre se realizó el VI Simposio Global Uniservitate, en modalidad híbrida desde la Universidad Católica de Eichstätt-Ingolstadt (Alemania). Más de 500 inscriptos de 55 países participaron de este encuentro que reunió a referentes de universidades católicas y redes académicas internacionales para reflexionar sobre el tema: “Aprendizaje-servicio en un mundo frágil: universidades que nutren la paz y la esperanza”.
La rectora Gabriele Gien y el vicerrector Klaus Stüwe en la sesión inaugural.
El evento fue organizado por Uniservitate –red global impulsada por CLAYSS con el apoyo de Porticus– y la Universidad Católica de Eichstätt-Ingolstadt, institución que coordina el nodo de Uniservitate para Europa Central y del Este y Medio Oriente. En dos jornadas se ofrecieron paneles y espacios de debate que pusieron de relieve cómo la pedagogía del aprendizaje-servicio ayuda a responder con esperanza a los desafíos actuales de la humanidad.
El cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, en su participación virtual en el simposio.
El prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, cardenal José Tolentino de Mendonça envió un videomensaje en el que afirmó que “los simposios de Uniservitate se han convertido hoy en un punto de referencia imprescindible para todos los que en el mundo académico reconozcan que la educación no se reduce a la transmisión de conocimientos sino que alcanza su magnitud en el acto de servir”. Y agregó que el service-learning encarna plenamente la vocación de educar para el servicio y a través del servicio porque “servir no es un apéndice del proceso formativo, sino su corazón vivo”.
Coordinador del Pacto Educativo Mundial, padre Ezio Bono
El mensaje del cardenal Tolentino de Mendonça fue introducido por el coordinador del Pacto Educativo Global, el padre Ezio Bono, presente en Eichstätt, quien destacó la Carta Apostólica de León XIV “Diseñar mapas de esperanza” en la que el Santo Padre “se refirió explícitamente al aprendizaje servicio describiéndolo como una de las formas más prometedoras de reunir el conocimiento y la solidaridad, el intelecto y la compasión”.
La fundadora y directora de CLAYSS, Nieves Tapia, recordó que la educación es verdaderamente transformadora cuando está arraigada en la solidaridad y el servicio. “El aprendizaje servicio ha sido muy importante en el siglo pasado, pero ahora es más importante que nunca, porque brinda el tipo de educación que uno no puede encontrar en el Chat Gpt o en el tipo de inteligencia artificial que usemos”, afirmó.
Nieves Tapia, fundadora y directora de CLAYSS, oradora durante el VI Simposio Global.
Desde Porticus Richard Broose afirmó que la pedagogía del aprendizaje-servicio opera “desde la fragilidad hacia la paz y la esperanza”. Y explicó: “El aprendizaje-servicio nos enseña que exponernos a las heridas de nuestras comunidades da sentido a nuestro conocimiento y genera esperanza”.
María Rosa Tapia, coordinadora de Uniservitate – presente en Eichstätt junto a Andrés Peregalli, vicecoordinador, y Candelaria Ferrara, coordinadora de los nodos regionales- celebró la consolidación de esa red global integrada hasta el momento por unas 150 universidades. “Sabemos que vivimos en un mundo frágil, pero a través del aprendizaje-servicio estamos nutriendo la paz y la esperanza”, dijo y afirmó que desde todas las regiones del mundo estamos dibujando “un mapa de esperanza”.
María Rosa Tapia (coordinadora de Uniservitate),  Andrés Peregalli (vicecoordinador) y
Candelaria Ferrara (coordinadora de los nodos regionales), junto a Olha Mykhailyshyn (coordinadora del nodo Uniservitate ara Europa Central y Oriental y Medio Oriente)
En nombre de la Universidad anfitriona su rectora, Gabriele Gien, destacó que el intercambio promovido por este Simposio “es bueno para el intelecto, pero también para el corazón”, mientras que el vicerrector Klaus Stüwe subrayó que “el trabajo académico adquiere valor cuando responde a necesidades sociales, ambientales y culturales reales” y reconoció el papel de Uniservitate como “una plataforma que alienta el intercambio internacional”. Es que, como dijo Olha Mykhailyshyn, de esa universidad y coordinadora del nodo Europa Central y del Este y de Medio Oriente, “el espíritu del aprendizaje servicio no conoce fronteras”.
Más de 500 participantes de 55 países tomaron parte en esta reunión.
El rector de la Universidad Católica de Ucrania, Taras Dobko, compartió la experiencia de su institución en tiempos de guerra, donde el 86% de los estudiantes participa en actividades de voluntariado. Dijo: “Cuando todo lo que nos rodea es incierto, los valores y principios se vuelven un terreno firme en el que pararse, ayudan a la gente a concentrarse no solo en la supervivencia, sino en la victoria del bien, afirmando la dignidad, mostrando solidaridad y preocupándose por el bien común. Por eso, participar en aprendizaje-servicio antes de la invasión a escala total fue una decisión providencial para nuestra universidad; preparó a nuestra comunidad para soportar la turbulencia de la guerra”.
Desde Brasil, el padre Delmar Cardoso, de la Universidad Católica de Pernambuco, definió el aprendizaje-servicio como “una pedagogía de resiliencia que enseña a transformar tanto a quienes sirven como a quienes reciben el servicio”. Y añadió: “La resiliencia no se construye en forma aislada, sino en comunidad” y “en un mundo en el que el egoísmo, el individualismo y la inmediatez están siempre presentes” el aprendizaje servicio “ha demostrado ser una herramienta importante para “proponer una existencia basada en la escucha, la presencia, el encuentro y el diálogo”.
El hermano Alejandro González Cerna, de la Universidad de Belén (Palestina), destacó que “el aprendizaje-servicio pone a los alumnos en la encrucijada de la realidad para que descubran que nadie es tan pobre que no tenga nada para dar ni tan rico que no tenga nada que necesitar”.
Hermano Alejandro González Cerna, de la Universidad de Belén (Palestina)
El profesor Martin Bahati, de la Universidad Loyola del Congo, explicó cómo las universidades de la región de los Grandes Lagos, en África, trabajan por la paz tras décadas de conflicto: “El aprendizaje-servicio muestra cómo poner el conocimiento al servicio de la sociedad; las universidades son espacios estratégicos para la sanación y la reconciliación”.
Desde Taiwán, Miao-Ju Chwo, directora del Centro de Aprendizaje-Servicio de la Universidad Católica Fu Jen, compartió la metodología de su institución centrada en cultivar empatía y flexibilidad: “Nuestros estudiantes aprenden a enfrentar la incertidumbre y a cambiar. Entienden que no están solos, que forman parte de una comunidad que aprende sirviendo”.
Se destacó la intervención del padre Ezio Bono quien, tras visitar la basílica de Santa Walburga, a pocos minutos de la Universidad, cambió el discurso que tenía preparado para estructurarlo a partir de la vida de esa religiosa benedictina nacida en el siglo VIII en la región bávara y símbolo de diálogo y servicio en tiempos de división. “En un mundo fragmentado necesitamos educadores que sepan cómo señalar el camino, no para controlar, sino para crear espacios de respeto y diálogo. Walburga lo hizo con firmeza y con dulzura encarnando un liderazgo educativo, inclusivo y profético”, propuso.
Alžbeta Brozmanová Gregorová, Mariana Humenna, Bakashaba Mark y Verona Eilika Pircher en la sesión plenaria «Estudiantes que alimentan la paz y la esperanza».
También tuvo lugar la presentación de las conclusiones del Simposio Global de Estudiantes, realizado el 23 de octubre de manera virtual, con la participación de más de 300 jóvenes de los cinco continentes. Tras una disertación sobre las experiencias de los estudiantes, que hizo Alžbeta Brozmanová Gregorová, profesora de la Universidad Matej Bel en Eslovaquia, expusieron los resultados de aquel Simposio los tres jóvenes que fueron sus comoderadores: Mariana Humenna y Verona Pircher, de la Universidad Católica de Eichstätt-Ingolstadt,  y Bakashaba Mark, de la Universidad de Kisubi, Uganda.
Los estudiantes destacaron que servir a otros los ayuda a entender su identidad y el sentido de lo que aprenden y que el aprendizaje-servicio les enseña que la paz se construye con gestos concretos de empatía y colaboración. Por caso, Mariana Humenna afirmó: «El aprendizaje servicio no es sólo un programa, es una forma de ver la vida, una posibilidad de encontrarse uno mismo a través del servicio a otros; alguno se vuelve más valiente, otro aprende a escuchar, alguien se siente parte de una comunidad global y alguno encuentra sentido en su profesión, pero todos reciben más de lo que dan».
Además de los mencionados disertaron el padre Peter Balleis, presidente ejecutivo de Jesuit Worldwide Learning; Markian-Illia Mykytchyn, vicerector del Collegium Oriental y Carol Ma Hok Ka, de la Universidad de Ciencias Sociales de Singapur. En la apertura del Simposio se dio lugar a alentadores mensajes de Nicholas Standaert, presidente de la EASLHE; Karl-Heinz Gerholz, de la Red Universitaria para la Responsabilidad Social y del padre Michael Alberter, de la diócesis de Eichstätt.
Además de las reuniones plenarias los referentes del aprendizaje servicio de distintos países aportaron sus experiencias e intercambiaron inquietudes en sesiones simultáneas sobre investigación (el jueves) y el Pacto Educativo Global (el viernes). En las sesiones de investigación se abordaron focos temáticos claves del trabajo de la red: institucionalización, espiritualidad e impacto en los estudiantes y redes. En relación al Pacto Educativo Global se desarrollaron sesiones sobre dignidad y derechos humanos, fraternidad y cooperación, tecnología y ecología integral, educación y promoción de la paz y ciudadanía, cultura y religiones. Al cerrar la sesión dedicada a la contribución del aprendizaje-servicio a la construcción de ciudadanía y a los proceso de paz en contextos diversos, el padre Bono afirmó que esta temática es uno de los ejes centrales del Pacto Educativo Global e invitó a los participantes a conectar los continentes y los países reconociendo que cada realidad local desarrolla su propio pacto educativo —como los de África o Argentina—, y que el desafío es inculturar el Pacto, es decir, hacerlo vida en cada contexto, respetando las particularidades culturales y sociales. También recordó que el servicio y las instituciones educativas son los espacios concretos donde las relaciones se construyen en red. “Allí se encarna el espíritu del Pacto: educar desde la colaboración, el cuidado y la fraternidad”, dijo.
En el marco del Simposio se celebró la Eucaristía con el Collegium Orientale y tuvo lugar también un encuentro con rectores y autoridades de 40 instituciones miembros de Uniservitate.
María Rosa Tapia comparte en su presentación la firma de la Carta Apostólica del papa León XIV sobre la educación.
Todas las intervenciones, diálogos y experiencias fueron tejiendo “constelaciones de esperanza” según las expresiones del Papa León XIV en su reciente Carta Apostólica sobre la educación. «La experiencia vivida estos días se sintetiza en un evento sólido académicamente, en el que se celebró la fe en comunidad y se compartió la fraternidad en alegría y esperanza», dijo Andrés Peregalli. Para María Rosa Tapia el VI Simposio Global Uniservitate fue “un sueño desde hace mucho tiempo” y “fruto de años de trabajo conjunto de una comunidad que no se detuvo ni siquiera durante la pandemia” y en la que “cada institución, cada docente y cada estudiante es una estrella que brilla por sí misma, pero juntas forman una constelación que puede trazar un rumbo para la educación del futuro”.
Las disertaciones del VI Simposio quedarán disponibles en la web de Uniservitate en inglés y en castellano.

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